Pórtugos prepara su II Fiesta de la Matanza del Cerdo para recuperar unas de las tradiciones más arraigadas

Tras el éxito obtenido el pasado año, este municipio ha organizado su segunda edición que se llevará a cabo el primer fin de semana de diciembre

La II Fiesta de la Matanza y Recuperación de Tradiciones tendrá lugar los días 2 y 3 de diciembre con numerosas actividades. Hasta hace unos lustros en la inmensa mayoría de las casas de Pórtugos y otras zonas se criaban uno o varios cerdos cada año. En los meses de diciembre y enero se celebraba la matanza de este animal criado y cebado con mucho esmero. José Javier Martín es el alcalde de Pórtugos.

¿En qué va a consistir la II Fiesta de la Matanza de Pórtugos?

En un fin de semana repleto de actividades con las que pretendemos consolidar esta celebración en el tiempo. Recuperar la Matanza y hacerlo con ese significado de celebración festiva invernal, perteneciente a esas actividades colectivas de los pueblos que se están perdiendo. Se llevará a cabo el 2 y 3 de diciembre. Se pretende así contribuir a que no caiga en el olvido y que, al mismo tiempo, sirva de aliciente dar a conocer nuestro pueblo.

Una Fiesta desde la que pretendéis recuperar una tradición muy arraigada a la zona. ¿Cuál es la principal razón por la que creéis que se está perdiendo esta costumbre?

La población que llevaba a cabo esta tradición es cada vez más mayor y no está en condiciones ya de realizar las actividades que conlleva el cuidado de los animales durante el año y la posterior elaboración de los productos y para las generaciones más jóvenes les es más fácil y cómodo comprarlos en el mercado.

Hasta no hace mucho era muy normal ver en cada casa de Pórtugos cómo se criaban uno o varios cerdos y que posteriormente eran sacrificados para el sustento de las familias. ¿no?

Sí, hasta hace unas décadas esto era lo habitual, como el olor a torreznos, especias, corteza chamuscada y cebolla cocida.

¿Cómo recuerdas un día cualquiera de matanza en el pueblo?

Con mucho frío, se hacía durante los meses de diciembre y enero de esos años en los que te calaba hasta los huesos. Había que madrugar y se desayunaba en la casa donde tocaba ese día la matanza, ya que era un trabajo de tornapeón (se ayudaban los unos a los otros y viceversa). Café y copa para aliviar el frío acompañado de dulces y tortas caseras. Y comenzaba la jornada de trabajo con mucho ajetreo. Se mataba el cerdo, la sangre se recogía para las morcillas y se comenzaba a preparar el almuerzo matancero, patatas con asadura. Los marranos se dejaban abiertos en canal para que la carne con el frío de la noche cogiese cuerpo para elaborar los embutidos al día siguiente.

¿Qué es lo que no puede faltar en una jornada matancera?

Lo principal, el marrano. No menos importante, la unión de vecinos y familiares para que ayuden. Sin olvidar la preparación previa de utensilios e ingredientes para elaborar los productos.

Supongo que quedan todos invitados a que se acerquen a disfrutar de estos días de Fiesta de la Matanza de Pórtugos.

A todas las personas que quieran disfrutar de un fin de semana diferente, repleto de actividades en torno a la celebración de la matanza. Es la excusa perfecta para venir a Pórtugos por primera vez y conocer este bello rincón con numerosos encantos para visitar y quienes ya nos conocen pueden volver a revivir la tradición de esta fiesta.