Miguel Asenjo se convierte en la persona más longeva de Mecina Bombarón
El día 1 de diciembre se convertirá en centenario este campesino y marchante de ganado que comenzó a guardar ocho cerdos en plena naturaleza a los 6 años de edad
Miguel Asenjo Martín se ha convertido en el abuelo del municipio alpujarreño de Mecina Bombarón. Miguel nació el día 1 de diciembre de 1922. Su padre se llamaba Antonio y su madre Isabel. Este matrimonio tuvo 5 varones y 4 hembras. Miguel es el último de sus hermanos y hermanas que no se ha ido de este mundo. Su vida ha sido muy trabajada, dedicada al campo. Miguel fue poco a la escuela. Aprendió a leer, escribir y hacer cuentas por la noche porque durante el día guardaba ocho cerdos en plena naturaleza. Empezó en este trabajo a los 6 años de edad. Miguel es una persona muy querida y estimada dentro y fuera de su pueblo. Su salud es de hierro. También este hombre se dedicó a los tratos y la marchantería en La Alpujarra.
Miguel Asenjo a los 14 años de edad comenzó a trabajar en las tareas del campo con su familia, segando, arando, regando, sembrando, trillando, acarreando, plantando, restaurando balates, etcétera. También guardó una manada de 12 vacas de su familia porque el que se hacía cargo de ellas tuvo que irse a la guerra. Miguel se libró de hacer el servicio militar. En 1950 Miguel contrajo matrimonio con Dolores Romera Cara, nacida el 1 de enero de 1923. Tuvieron 2 niños y dos niñas. Miguel tiene 8 nietos y nietas y 9 biznietas y biznietos. Miguel trabajó en Alemania tan solo 2 meses. Prefirió ganar menos y volver con su familia. En las ferias de La Alpujarra solía ganar como marchante y tratante de ganado 25 pesetas de las de antes al día. Era mucho más de lo que ganada un peón en la agricultura, de sol a sol. Miguel solía ir a Pitres, Pórtugos, Busquístar, Trevélez, Juviles, Bérchules, Yegen, Válor, Ugíjar, Mairena, Laroles, Guadix, etcétera. Miguel conoce muy bien los caminos de Sierra Nevada. Por donde iba adquiría amigos porque era muy formal y servicial.
La familia de Miguel socorrió a muchas familias durante y después de la Guerra Civil. En aquellos tiempos el jornal en el campo estaba a 2 pesetas. El pan blanco era para las personas más pudientes y el pan de centeno para las menos pudientes. En cada casa había un quinqué o un candil para alumbrarse. Cuando llegó la luz en cada morada podía alumbrar una sola perilla. Al jornalero había que darle también la comida, por la mañana, al medio día y por la noche. Miguel Asenjo conoció por primera vez el mar cuando se casó. Granada capital la conoció siendo muy mayor. Una vez en Granada lo quisieron timar dos hombres con el truco de la estampita pero no pudieron con él.
A Miguel le encanta sentarse en su balcón y oír las noticias a través de la radio. La televisión no le gusta. Miguel es muy católico., igual que lo fue su padre. La casa de Miguel es muy antigua, centenaria. A Miguel lo atiende una mujer las 24 horas del día. También lo atiende durante 2 horas una cuidadora de Ayuda a Domicilio. Miguel tiene un amigo de su misma quinta que reside en Barcelona y que se llama Manuel Manzano. Mecina Bombarón se enorgullece de contar entre sus vecinos con muchos longevos, siendo el más mayor Miguel Asenjo. El clima, el agua y la ausencia de estrés son algunas de las razones que se dan para explicar tan longeva y sana vida. A pesar de que Miguel sea el más mayor de Mecina Bombarón, sigue poseyendo la incandescencia de la juventud. Nunca le ha atenazado el deseo irrefrenable de la ostentación ni la riqueza. Miguel es un hombre bueno, muy educado y sin doblez. Su gran familia le adora y quiere. Su memoria es prodigiosa.