De la vendimia al embotellado

Continuamos nuestra sección de la mano del enólogo Francisco Javier Molina, quien hace un recorrido cada mes sobre la cultura del vino, tan arraigada en la comarca

Viticultura:

Una vez concluida la vendimia, la planta comienza a decaer y a desprenderse de su hoja como es normal ya que el otoño está aquí, esto nos indica que el reposo vegetativo está a punto de comenzar.

A partir de que el reposo vegetativo es completo, es el momento en el cual podemos comenzar los trabajos de poda. Se ha de tener en cuenta que la poda se suele retrasar en esta comarca a fin de evitar una brotación temprana lo cual conlleva riesgos de daños por heladas si las hubiese.

Dado que este año se han visto afectadas muchas plantaciones por daños debidos a Hongos, tipo Mildiu y Oidio, mi recomendación sería la de podar con el tiempo suficiente como para podar dar un buen tratamiento a la madera, “cepa podada y en reposo”, con un fungicida tipo Sulfato de Cobre, a fin de eliminar las esporas de los hongos que están aletargadas en la madera, de esta forma evitamos que cuando comience la nueva rotación estos hongos se vuelvan a reproducir con facilidad.

Una vez dado el tratamiento en madera, con un azufrado debería ser suficiente para evitar daños en la siguiente campaña. Todo esto es orientativo, en cada zona el agricultor conoce bien la evolución de las plantas, por ello él ha de ser quien marque los tiempos y momento de aplicar los tratamientos.

Enología:

Una vez el vino ha permanecido en barrica el tiempo necesario para obtener el punto de maderización y microoxigenación deseada pasamos a sacar el vino de barrica y ponerlo en un depósito donde unificamos o ensamblamos todas las barricas ya que no todas se han comportado de igual manera, de esta forma unificamos sabores aromas y color.

Una vez que el vino está ensamblado pasamos a prepararlo para su comercialización, la cual consideramos que es en botella de forma habitual, para ello procedemos a estabilizar el vino.

Debemos de tener en cuenta, que el consumidor final puede o no saber de vino y cuando una botella aparece turbia o con posos no es que el vino está malo, pero si no sabemos tratar esa botella, el vino en la copa no tendrá una buena presentación por lo que puede ser rechazado.

Muchos vinos con posos, se decantan y son maravillosos, pero para ello se ha de saber tratar un vino. Una vez estabilizado podemos proceder a su embotellado.

La cata del vino:

En tiempo de vendimias y si se tiene la posibilidad, es bueno catar el mosto recién salido de la prensa, el mosto-vino tinto recién salido de un descube a fin de apreciar o analizar sus características.

Un mosto de uva blanca en cata, ha de tener un color amarillo verdoso, como es lógico no suele estar limpio aunque si se ha desfangado sí que lo estará, ha de ser dulce, fresco y oler a uva, sin presentar sabores ni aromas extraños. Aromas extraños pueden ser a uva podrida, tierra etc.

En el caso de los vinos tintos recién descubados, deben de presentar color rojo muy vivo más o menos intenso dependiendo de la variedad y tiempo de maceración. En boca normalmente será bastante áspero cosa normal, esta aspereza nos ayudará a saber el tiempo que hemos de guardar el vino hasta su comercialización o lo que se la ha de hacer para poder comercializar, ya que si el vino es demasiado astringente no gusta a la gente.