Toponimia de Válor (Segunda parte)
En el artículo anterior empezamos a ver cómo los apellidos y nombres de persona (antroponimia) son conservados a través de los siglos, no solo en la genealogía, sino en la toponimia

Válor, que fue repoblado casi en su mayoría por personas procedentes de Jaén, presenta en algunos nombres de lugar la denominación de los pueblos de procedencia. Así el actual topónimo el Corral de los Martos debe su nombre a algún antiguo propietario o a sus descendientes, pues el apellido Martos lo encontramos ya en el siglo XVI, momento en que, tras la expulsión de los moriscos, los territorios quedaron despoblados y se entregaron mediante “suertes” que se adjudicaban a los nuevos habitantes, entre ellos Martín de Martos, Pedro de Martos y Juan de Martos. En la actualidad ese apellido es muy común en el pueblo, sin la preposición “de”, que denota el pueblo de donde se remanece. La tradición de poner el lugar de procedencia junto al nombre es muy antigua (pensemos en el personaje de Cervantes Don Quijote “de la Mancha”).
Otro de los apellidos perpetuados es Cobo. Hemos encontrado tres vecinos de Válor en el siglo XVI (Libro de Apeo y Repartimiento, LAR) con este apellido, Martín Cobo, Miguel Cobo el Viejo y Miguel Cobo mozo, y en la toponimia actual Cortijo del Prado Cobo y Los Cobos. Igual ocurre con el apellido Garrido ya que encontramos a Pedro y a Juan Garrido en el LAR y en la actualidad la Loma Garrido. Más curioso resulta el topónimo actual Cortijo de la Cebadilla o Las Cebadillas, del que todos tendemos a pensar que se debe al cultivo de este cereal, pero en el siglo XVI existió un morisco llamado Alonso Çebadilla que, seguramente, cedió su apellido al nombrar el lugar: “Diosele una casa en que vibe en el barrio del Portel que fue de Alonso Çebadilla, morisco, que linda con otra casa que fue de Luis Azuay, morisco” (fol. 129r).
