Lanjarón celebrará la festividad de la Virgen del Pilar en su ermita construida en 1909

La misa se celebrará por la tarde en pleno campo y la procesión se realiza después por los términos municipales de Lanjarón y Órgiva

Lanjarón posee muchísimas ermitas y hornacinas. Desde hace 113 años la Virgen del Pilar dispone de una ermita situada en el término municipal de Lanjarón y a escasos metros de la línea divisoria de Órgiva, en el paraje rural de ‘La Mojonera’. En este lugar no faltan las luminarias procedentes de las mandas. En la víspera del festejo existe la costumbre de velar la imagen durante la noche, rezar el rosario, cantar canciones acompañadas de música de cuerda y degustar buñuelos con chocolate ofrecidos por el Ayuntamiento de Lanjarón a media noche. La ermita fue restaurada en 1978. Algunas veladas han sido amenizada por el músico lanjaronense Rafael ‘Machaco’ y su acordeón.

En su onomástica, a las seis de la tarde tiene lugar la liturgia en pleno campo. Después se realiza la procesión por los términos de Lanjarón y Órgiva. El tesorero de la ermita es Francisco Gálvez, y las ‘eternas’ cuidadoras del recinto religioso son Concepción Álvarez y su hija Antoñita Jiménez. Cuando se termina de procesionar la imagen de la Virgen del Pilar los devotos se llevan flores que han adornado las andas y han sido pasadas por la imagen de la Virgen del Pilar por que dicen que dan buena suerte.

La ermita de la Virgen del Pilar de Lanjarón fue edificada por José Rodríguez y su mujer María López. A la inauguración, celebrada el 12 de octubre de 1909, asistieron más de 3.000 almas. Se sabe que mucho antes de que se construyera la ermita, hubo en esta zona, junto a la carretera Lanjarón-Órgiva, a unos 20 metros del canal divisorio, un antiquísimo cuadro colocado en una especie de urna de mampostería, casi derruido por las inclemencias atmosféricas, de la que pendía un farolillo que a duras penas reflectaba su escasa luz en el cepo petitorio del cuadro de Nuestra Señora del Pilar.

Según el catedrático y escritor Juan González Blasco, se dice que la estampa de aquel cuadro era muy milagrosa y misteriosa, pues apareció hace siglos en el sitio antes descrito sin saber como. La tradición dice que a la mañana siguiente de su aparición fue trasladada la estampa a la iglesia de Lanjarón. Y allí, como por obra de encantamiento, desapareció, y volvió a aparecer como por arte de magia en el paraje de ‘La Mojonera’.

La construcción de la ermita se debe al por entonces dueño de la venta de ‘Picardías’, José Rodríguez. Según la tradición, habiendo caído enferma su esposa, María López, ofreció a la divina santa una ermita a pocos metros de su venta, si la costilla de su esposa cobraba la salud. Y como se produjo el milagro, José cumplió su promesa. La ermita fue bendecida por el arzobispo de Granada, José Meseguer, cuando éste se dirigía a Órgiva y fue parado e invitado por José el ventero. El venerable prelado también dio autorización al cura Francisco Pérez para celebrar el santo sacrificio, y concedió 100 días de indulgencia para los que allí recen un Ave María.