El sello de Isabel II concedido al jamón de Trevélez cumple 160 años

Su entrega al Ayuntamiento de este municipio de La Alpujarra alta tuvo lugar el día 10 de octubre de 1862 en la Exposición Provincial de Bellas Artes y Agricultura celebrada en el Convento de Santo Domingo de Granada

Desde hace 160 años el Ayuntamiento del municipio alpujarreño de Trevélez custodia el sello real concedido por su majestad la Reina Isabel II  en 1862 para estamparlo en los jamones elaborados en esta zona de alta montaña, a los pies de Sierra Nevada. Este sello, según el catedrático, historiador y escritor, Juan González Blasco, “esta presente en las normas y disposiciones jurídicas de los regidores municipales, en los edictos del Ayuntamiento de Trevélez, publicados en el Boletín Oficial de la Provincia de Granada hace mucho más de un siglo”, sostiene este alpujarreño.

“El sello se trata de un premio importante hoy para el sector del jamón, pero que no se materializó como decreto y que no figura en los catálogos de medallas y sellos conmemorativos que se han publicado, tal vez por tratarse de un premio muy específico y de carácter local. El polémico sello fue una decisión personal de la Reina Isabel II, concedido para grabar a tinta los jamones de Trevélez, con el propósito de que no fueran  falsificados por otros procedentes de distintas regiones de España. Desde luego la fecha parecía idónea para una decisión personal de esta naturaleza, un día después del aniversario de su natalicio y matrimonio que tuvo lugar el día 19 de octubre de 1830 y 1846, respectivamente”, manifiesta González Blanco.

Cuenta también Juan González Blasco que “además de los envíos del jamón de La Alpujarra al Palacio Real, Palacio de Buckingham y Tullerías, los palacios de los Zares de Rusia también llegaron a disponer del preciado manjar. Todo parece indicar que fueron los rusos, nudos de la Cuerda Granadina, Pablo Notbeck  y Eduardo Sorokin los que introdujeron este producto en la corte rusa. Sin embargo, según Natalio Rivas sería Mariano Téllez Girón y Beaufort Spontin, duque de Osuna, general y diplomático, que también figuró como agregado militar de la embajada extraordinaria a la coronación de la Reina Victoria de Inglaterra, y Juan Varela los que podían haber dado entrada  a este mítico jamón en San Petersburgo”.

“El sello real concedido por la Reina Isabel II a Trevélez tuvo lugar el día 10 de octubre de 1862 en la Exposición Provincial de Bellas Artes, Industria y Agricultura celebrada en el Convento de Santo Domingo de Granada. La Reina Isabel II consumió jamones de Trevélez. Lo hicieron infinidad de personas de España y otros lugares. Los jamones en aquellos tiempos procedían de cerdos ibéricos con alimentación a base de castañas, higos, bellotas, etcétera”, terminó diciendo González Blasco.

La  concejala de Cultura del Ayuntamiento de Trevélez, Belén Expósito, ha tenido la amabilidad de sacar de una vitrina el sello de Isabel II para ser fotografiado en sus manos en una calle típica de este pueblo fantástico famoso por sus jamones y chacinas también por su gastronomía, paisaje, senderos, festejos, tradiciones, ganaderías, productos del campo, etcétera.