El Ministerio de Agricultura rechaza los recursos presentados en contra de la creación de la IGP Jamón Serrano

Con estas desestimaciones se acaba la vía administrativa y se abre la vía contencioso-administrativa ante los tribunales

El Ministerio de Agricultura ha desestimado los recursos de alzada presentados en contra de la creación de la IGP Jamón Serrano, y procede al expreso levantamiento de la suspensión de este proceso, que se produjo en abril de 2022, por el incumplimiento de los plazos establecidos en la normativa por parte de dicho Ministerio.

La administración exige a los ciudadanos plazos rigurosos que hay que cumplir, pero, en este caso, señalan desde la IGP Jamón de Trevélez, “hay un claro interés para continuar con este registro. Una vez más hace oídos sordos a todas las oposiciones presentadas y mantiene sus mismos argumentos de defensa de esta IGP, beneficiando a las grandes empresas cárnicas y perjudicando a las figuras de calidad diferenciada y a los pequeños productores”.

Añaden que ”el término jamón serrano es genérico y se utiliza habitualmente para designar un jamón curado elaborado en la sierra, también es utilizado para diferenciar el jamón blanco del jamón ibérico, su carácter genérico “es motivo de incumplimiento de la normativa europea para registrarse como IGP”.

Así como la reputación que tiene el jamón serrano es también genérica, es de todos los jamones en general no de esta IGP exclusivamente. El jamón serrano español tiene reputación a nivel internacional, pero esa fama es de todo el jamón producido en los distintos territorios de España donde tradicionalmente se elabora este producto. Asimismo aseguran que “esta IGP pretende apropiarse de este reconocimiento que es de todos como si fuese suyo exclusivamente y meter todos los jamones en el mismo saco, por lo que incumple la normativa europea que regula las figuras de calidad diferenciada”.

El registro de este nombre genérico como IGP “beneficiará al lobby de la empresa cárnica (ANICE) y perjudicará especialmente a las figuras de calidad diferenciada que tienen que demostrar un estrecho vínculo con el territorio donde se elabora el producto, como los pequeños productores de las IGP Jamón de Serón e IGP Jamón de Trevélez, situados en zonas rurales y tan importantes para evitar el despoblamiento”.

“Un fraude al consumidor, pues genera la expectativa de estar ante un jamón elaborado en la sierra y secado en ambiente natural conforme a método tradicional, mientras que el pliego de condiciones de esta IGP permite la utilización de aparatos idóneos para mantener la adecuada temperatura y no exige que la curación del producto se realice en la sierra, el ámbito geográfico de esta IGP es de toda España, incluidas las islas Canarias y Baleares”.           

Con estas desestimaciones se acaba la vía administrativa y se abre la vía contencioso-administrativa ante los tribunales.