Se acerca el tiempo de las castañas en La Alpujarra

En la parte alta de esta comarca extendida entre los términos municipales de Granada y Almería el castaño juega un papel importante desde el tiempo de los romanos

Se acerca en La Alpujarra el tiempo del fruto castañero. En otros lugares el fruto es más temprano. La preciada madera y la castaña forman parte de la cultura ancestral y gastronómica de La Alpujarra. En la zona de La Alpujarra alta existen muchísimos castaños con más de 400 años de vida. Originario de Asia, el castaño fue introducido en Europa por los griegos. Después, los romanos siguieron cultivándolo a lo largo de todo su imperio. Los árabes también apreciaron mucho este fruto y la madera. Su uso culinario en La Alpujarra nunca ha dejado de jugar cada otoño un papel importante en la gastronomía.

En Lanjarón, Cáñar, Soportújar, Pampaneira, Bubión, Capileira, Pórtugos, La Taha de Pitres, Busquistar, Trevélez, Bérchules, Mecina Bombarón, Nechite, Nevada, Bayárcal, Paterna del Río…, existen excelentes castaños. En un ramillete de pueblos de La Alpujarra se suelen celebrar la fiesta de la castaña a principios del mes de noviembre, principalmente, coincidiendo con la celebración del Día de Todos los Santos. Unas de las fiestas más importantes dedicadas al fruto castañero se celebran cada año en Capileira, Lanjarón, Bubión, Mecina Bombarón… En una finca de El Haza del Lino propiedad de la familia Rojas, de Motril, en plena Sierra de la Contraviesa, existe un gigantesco castaño junto a la carretera que produce muchísimos kilos de fruto. De su cuidado y de la inmensa finca de alcornoques se encarga Miguel López.

En el mes de noviembre muchos vecinos de La Alpujarra y visitantes realizan rutas por las sierras y campos para contemplar los castaños. Recolectar castañas es un plan perfecto en otoño. Este trabajo requiere paciencia, un buen calzado y unos buenos guantes para no pincharse cuando se extrae el fruto preso en el erizo. Para evitar que estallen las castañas cuando se cocinan hay que practicarle antes un pequeño corte. En Mecina Bombarón gracias a una asociación se pueden apadrinar castaños centenarios.

La castaña la preparan en algunos restaurantes de La Alpujarra de muchas maneras. El prestigioso cocinero del célebre restaurante El Asador de Capileira, José Luís Rosillo, las hace muy bien, tal como las confeccionaban sus antepasados lanjaronenses. También, la cocina francesa inmortalizó la exitosa fórmula del ‘marrón glaçé’, dulce de castaña confitado en azúcar y glaseado con sirope. Aseguran los entendidos que hubo un tiempo en que la castaña compitió con la patata en la dieta europea.

Cuentan que a Federico García Lorca le encantaba mucho contemplar los castañares de Lanjarón. Mientras su familia tomaba las curativas aguas minero-medicinales del Balneario, Federico se adentraba en el campo para ver estos árboles de cerca. También, le encantaba al poeta charlar con los campesinos en una era morisca, a la entrada del pueblo. Al desaparecido pintor granadino José Ortuño le encantaba plasmar en sus lienzos de lino enormes castaños de Pórtugos, Trevélez, Pitres… Unas veces vestidos de hojas verdes y cobrizas y otras veces desnudos. Algunas obras donde aparecen castaños de Ortuño se pueden contemplar en el célebre hotel Nuevo Malagueño de Pórtugos, propiedad de la familia Mingorance. También a los también desaparecidos artistas Juan Roex, Eulogio Rosas, Bonillo, Fernando González, Hipólito Llanes, Antonio Torres… les encantaban pintar castaños alpujarreños, entre otras cosas y motivos. Antonio Torres, granadino y casado con una hija de Pórtugos donó hace unos años a la iglesia alpujarreña un ramillete de importantes obras de arte religiosas para embellecer aun más el recinto sagrado, uno de los más bellos y muy bien cuidados de La Alpujarra.