Presentan en el Balneario de Lanjarón el libro ‘Granada, paraíso confinado’
La obra ha sido escrita por José Vicente Pascual, Eduardo Castro, Wenceslao-Carlos Lozano, Manuel Ángel Vázquez Medel y Esteban de las Heras
La Sala de Fiestas del Balneario de Lanjarón ha acogido la presentación del libro ‘Granada, paraíso confinado’. Los autores de esta obra son: José Vicente Pascual, Eduardo Castro, Wenceslao-Carlos Lozano, Manuel Ángel Medel y Estéban de las Heras. Está patrocinado por la editorial Esdrújula Ediciones y +Q2. En Lanjarón intervinieron Eduardo Castro, Wenceslao-Carlos Lozano y Estéban de las Heras. La presentación corrió a cargo de Soledad Ramos.
Wenceslao-Carlos Lozano se encargó de presentar la obra. “Esta aventura novelesca se nos ocurrió a mediados de marzo de 2020, un par de días antes de aquel 18 de marzo en que se iniciaba el confinamiento oficial y obligatorio. Recuerdo que comenté por wasap a Josevi, pero por el wasap colectivo llamado ‘Acedémicos’ pues incluye a todos los miembros de la Academia de las Buenas Letras de Granada, que me iba a dedicar a escribir una novelilla sobre el dichoso encierro, al estilo Decamrón de Boccacio, encerrando a una pandilla de pijos en un chalé de lujo para que cada uno contara a los demás una historieta que los tuviera entretenidos durante dicho periodo. A lo que se apuntó Josevi de inmediato, lo mismo que Eduardo, que pidió que cualquiera de nosotros se lanzara a iniciar el relato, y fue Josevi el que respondió de inmediato con una mera chanza de pocas líneas, luego por Eduardo, y acto seguido por mí. Y a los tres días Manuel Ángel y Estéban. Así hasta los 75 capitulillos (por llamarlos de algún modo) que escribimos durante los otros tantos días que duró el acontecimiento, o sea hasta el 30 de mayo. Exactamente los días y meses que duró la Comuna de París en 1871, que ya es casualidad”, indicó.
Lozano dijo también más adelante que “el procedimiento del libro fue de lo más sencillo, ello sin obviar su complejidad. Como estábamos aislados en casa, convenimos en escribir por riguroso turno un texto a diario y enviárnoslo por correo electrónico, de modo que cada cual pudiera enlazar su texto con el anterior y dar así cohesión y coherencia a la historia que se fuera así formando de manera espontánea, con total libertad para inventarnos personajes o robárnoslos unos a otros para hacer con ellos lo que nos viniera en gana, aunque fuera torciendo el destino que su inventor le tenía previsto en un principio; y ello sin derecho a reclamación alguna. Y, por supuesto, sin faltar nunca a la cita diaria para no entorpecer el desarrollo de la trama y evitar que la historia se nos empantanara. Así fueron surgiendo personajes, por la vía espontánea como los de la película ‘Amanece que no es poco’ (José Luis Cuerda. 1989), que seguro que todos ustedes han visto y que nacen como vegetales en bancales, y en un tono no menos surrealista que esta. Al lector atento le resultará fácil localizar al primero de nosotros que lo suelta al ruedo literario, quienes lo recogen después y cómo va evolucionando en manos de unos y otros con una notable coherencia. Y menos mal, porque si no, nos habría salido un churro infumable. Y es que siendo cinco autores de una tacada para un tiempo de dos meses y medio, no estábamos nada seguros durante su redacción de que esto fuera a funcionar”, manifestó.
También, y entre otras cosas, dijo Wenceslao-Carlos Lozano: “Hemos pretendido escribir sobre cosas muy actuales. De entrada, sobre la propia pandemia tal como lo leíamos en los medios de comunicación, y como se vivían los acontecimientos a diario. También de algunos temas de La Alpujarra. Pero también sobre otros asuntos como los conflictos políticos de por entonces (que son en buena parte parecidos a los de los de ahora mismo, pero también distintos porque hoy la Historia más que correr, vuela). A la vez, sobre los comportamientos y reacciones de distintos sectores sociales, con muchas referencias culturales, cambios de nivel de lengua, desde el más culto al más coloquial, a menudo vulgar, como ocurre en nuestra realidad diaria, en la tele, en la calle, en los bares y en los hogares. Creo que damos un buen repaso crítico a los vicios (y menos virtudes) que aquejan a nuestra sociedad actual, tan escasa de criterios cívicos honorables y tan condicionada por los medios de comunicación de masas, muy especialmente la televisión, con ese nivel tan bajo de ejemplaridad social, de responsabilidad cívica y de inquietud cultural”, señaló.
Eduardo Castro y Esteban de las Heras leyeron algunos pasajes de esta trama novelesca enrevesada y polifónica que transcurre entre Granada y La Alpujarra. El libro conforma una parodia en actitud crecientemente desenfadada y jocosa, de la degradación del pensamiento colectivo y del imaginar. Al acto asistieron muchas personas de Lanjarón y otros lugares. Hubo muchas firmas de libros y muchas felicitaciones. La presentadora, Soledad Ramos, hasta hace poco tiempo responsable del Balneario de Lanjarón, se encargó de que todo saliese muy bien, a las mil maravillas. Ella tiene mucha experiencia en estos temas culturales. El gran fotógrafo, ceramista, investigador, músico, exalcalde de Lanjarón y otras cosas más, José Antonio Ramos, también estuvo trabajando para plasmar este emotivo y exitoso evento con su inseparable y amada cámara de fotos.