Marina, te has ganado el corazón de La Alpujarra y el Valle de Lecrín

Podríamos poner muchos nombres a la trayectoria de Marina, pero todos ellos llevarían un apellido: su calidad humana. Los que hemos tenido el privilegio de conocerla lo sabemos bien

Este lunes conocíamos el triste fallecimiento de Marina Martín, actual alcaldesa de Chauchina, y las muestras de cariño, reconocimiento y consternación no se han hecho esperar, desde el presidente de la diputación, Pepe Entrena, que ha manifestado que “se marcha una mujer querida, luchadora, honesta y fuerte que hasta el último minuto ha defendido con firmeza aquellas causas que consideraba justas, especialmente las de sus vecinos y vecinas de Chauchina”, hasta el delegado del gobierno de la Junta de Andalucía, Pablo García, que trasladaba sus condolencias por el fallecimiento. Otras personalidades como la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha destacado de su “amiga y compañera Marina” que “ha sido una gran luchadora y defensora de la honestidad y de la verdad”.

También ha sido una gran servidora pública, y así recordaba el excelente legado que ha dejado en La Alpujarra y el Valle de Lecrín el CEHVAL, que señala que “Marina Martín ha dejado huella en nuestro Centro, siendo una figura que no comprendía el servicio público sin el deber de la respuesta, sin implicarse hasta el último de detalle”, y añaden que “Marina nos demostró que con poco se puede hacer mucho, si se quiere. Maestra del servicio público, lo seguirá siendo en el recuerdo de su impecable labor. Mujer ejemplar, madre, amiga…cada paso que demos en el Centro, la llevaremos en nuestra memoria”. O el Ayuntamiento de Bubión que la define como “una gran aliada para proyectar nuestro patrimonio histórico y cultural”.

Yo mismo, en su memoria, y en un momento de rabia, incomprensión y con un tremendo sentimiento de desconsuelo escribía unas palabras dedicada a mi querida amiga, de la que tanto aprendí, y la que ha sido, es, y será un ejemplo de servicio público.

Podríamos poner muchos nombres a la trayectoria de Marina, pero todos ellos llevarían un apellido: su calidad humana. Los que hemos tenido el privilegio de conocerla lo sabemos bien.

Además, Marina fue una política excepcional, de las que hay pocas: audaz, trabajadora y silente. Aunque no siempre estos atributos fueron correspondidos, desde la distancia puedo afirmar que su contribución a la provincia la hacen acreedora del máximo reconocimiento de todos los granadinos y granadinas por el gran legado que nos ha dejado en su labor pública en diferentes cargos de la Junta de Andalucía, en la dirección de la Fundación Pública El Legado Andalusí y actualmente, en la alcaldía de Chauchina.

Corría el año 2017 y Marina era directora de la Fundación Pública el Legado Andalusí cuando un grupo de personas de la academia y la cultura nos pusimos en contacto para organizar la conmemoración del 450 aniversario de la rebelión de las Alpujarras. Sabíamos la situación del Legado Andalusí, pero Marina, como una gestora cultural de los pies a la cabeza, escuchó y acto seguido se puso a trabajar con ingenio y tenacidad. Además lo hizo como solo ella sabía hacer, de forma generosa, prudente y silente. 

Fue el momento de pensar de nuevo la Ruta de las Alpujarras, incluyendo a nuevos municipios e impulsando la promoción de este itinerario europeo del Consejo de Europa. No quiero dejar de pensar en el excepcional equipo humano del Legado Andalusí con el que seguro compartimos el dolor por tan prematura pérdida.

Hablando de turismo, nos plantamos en Madrid para promocionar el 450 aniversario de la Rebelión tejiendo alianzas con el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y las Diputaciones de Granada y Almería, así como con numerosos municipios, asociaciones, escuelas de formación…Fue el año de los zocos de Al-Andalus en Ugíjar, de la exposición de los moriscos de Granada en Ronda, de la colaboración para el proyecto Herencia Morisca con la Escuela Arte Granada, con una exposición itinerante por Granada, Nigüelas, Bubión, Albondón, Alboloduy o Bayárcal, las gestiones en Madrid con Acción Cultural Española para la colaboración en la conmemoración y un largo etcétera. Fue el año en el que demostramos que un Congreso Internacional de cientos de personas podía y debía celebrarse en La Alpujarra, y así llegó el congreso “Recordar la Guerra, Construir la paz”, que se celebró en noviembre, precisamente en días lluviosos, como hoy, en Bubión y Laujar de Andarax.

La promoción para el Valle de Lecrín y para La Alpujarra, tanto la granadina como almeriense, aunque alpujarra solo hay una, sin necesidad de apellidos, ha marcado un antes y un después en la gestión pública, pudiendo aseverar, sin equivocarme, que Marina Martín es una embajadora ejemplar de nuestra tierra.

Y tantas horas de trabajo, de implicación, de hacer posible lo que parecía totalmente imposible, hizo que se hilvanara una amistad que durará siempre, porque puedo decir con orgullo que a mí me ha cuidado, y mucho, que en estos tiempos es todo un lujo. He perdido la cuenta de los consejos, el cariño, las sonrisas…o los malos momentos que también compartimos, y estoy seguro que La Alpujarra y el Valle de Lecrín la recordarán siempre. Sirvan estas palabras para dar testimonio de nuestra gratitud a una de las gestoras más comprometidas con nuestra comarca, que nos ha marcado el corazón.