Lobras abre la única tienda del pueblo para evitar que sus vecinos tengan que desplazarse

El Ayuntamiento ha adaptado una zona en las mismas dependencias del bar del pueblo desde la que se venden productos de primera necesidad

La localidad alpujarreña de Lobras cuenta con apenas algo más de un centenar de vecinos censados. La despoblación y la avanzada edad de la mayoría de sus vecinos y vecinas han hecho que en esta localidad, como ocurre en muchas zonas rurales, los servicios esenciales sean escasos.

No obstante, desde el Ayuntamiento de Lobras están luchando a contracorriente para intentar fijar la población al territorio, con numerosas actuaciones dentro de sus competencias, y para evitar que sus vecinos se vean en la obligación de desplazarse para satisfacer necesidades tan básicas como ir a comprar un cartón de leche.

Una de las últimas actuaciones que se han llevado a cabo ha sido la de realizar unas obras de adaptación en el Bar La Fabriquilla, el único que hay en el pueblo, para ubicar en las mismas dependencias un establecimiento en el que los vecinos puedan comprar alimentos de primera necesidad.

La alcaldesa de Lobras, Francisca Martín, señala que “poner en marcha la tienda supone mucho para el pueblo, porque hay gente mayor y muchos no tienen medios para desplazarse a otros municipios cercanos para comprar”. Asimismo añade que “se trata de que las cosas más básicas las tengan aquí, y que no tengan que recurrir a familiares, que muchos tampoco viven aquí”. Se venden productos básicos tales como “arroz, leche, fruta…”

Las obras de adaptación, financiadas entre el Ayuntamiento de Lobras y la Diputación provincial de Granada, han consistido en habilitar un espacio dentro de las dependencias del bar, con la colocación de unas estanterías y un mostrador. La tienda está ubicada en la calle Música Sixto Moreno, compartiendo las dependencias con el bar del pueblo.

Un servicio esencial que hará que sus vecinos ganen en calidad de vida. El medico viene dos días a las semana (los martes y los viernes) aunque, apunta la alcaldesa, “los enfermeros vienen prácticamente casi todas las mañanas y cada vez que se les requiere”. Además este bello rincón alpujarreño también cuenta con su propia farmacia.