Lanjarón volverá a procesionar al Cristo de la Expiración, y por primera vez a María Santísima de la Amargura

Esta fiesta, que se celebra antes de Semana Santa, fue creada en 1875 por el sacristán más veterano de España, Antonio Sánchez Mingorance

El presidente de la Real Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Amargura de Lanjarón, Antonio Jesús Heredia Cortés, ha comenzado a repartir por el pueblo carteles y el programa de actos que se realizará este año antes de Semana Santa. El 29, 30 y 31 de marzo, se celebrará los primeros tres días de quinario y predicará fray Juan Franco Pérez (dominico de Cádiz). El día 1 de abril, el cuarto día de quinario, será ofrecido por los hermanos difuntos de esta Hermandad. El quinto día de quinario habrá una función principal, solemnizada por la capilla Alpaira de Lanjarón. A las ocho de la tarde comenzará la procesión con las venerables imágenes del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Amargura.

Por primera vez saldrá la imagen de esta Virgen en procesión, realizada por el escultor Alberto Chica Cámara, de Torredonjimeno (Jaén). A la salida y a la entrada habrá la tradicional ofrenda pirotecnia. El acompañamiento musical correrá a cargo de la famosa Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Asunción, de Jódar (Jaén). El capataz de esta Hermandad compuesta por 300 hermanos es Fernando Gallegos Gutiérrez. Se aconseja a los costaleros y a las personas que formen el corteja portar mascarillas. La imagen del cartel de la Hermandad ha sido pintada por Álvaro Robles Gutiérrez. El Ayuntamiento de Lanjarón, presidido por Eric Escobedo, ayuda económicamente cada año a esta y a las demás hermandades y cofradías del municipio para que salgan adelante.

Esta fiesta la creó en 1875 el sacristán Antonio Sánchez Mingorance (1845-1937), que entró de monaguillo en la iglesia de Lanjarón en 1855 y pasados los años se convirtió en el sacristán más veterano de España porque ejerció lo que más amaba hasta que entregó su vida a Dios a los 92 años de edad. Antonio Sánchez jamás estuvo enfermo y desde temprana edad ayunó pan y agua todos los martes en obsequio a San Lázaro porque, se según decía, lo había librado de un contagio de lepra.