La Venta del Tarugo de Albondón triunfa en la Sierra de la Contraviesa alpujarreña

Este establecimiento turístico no es un restaurante al uso, es un precioso espacio de sensaciones y cariño, tanto en sus fogones, como en su ambiente y trato humano que hace sentir al cliente como en casa

El Restaurante Venta del Tarugo, situado en la carretera Albondón-Cádiar (Km.9), propiedad de Francisco Fernández Martín, se ha convertido en uno de los establecimientos turísticos más importantes y visitados de la comarca de La Alpujarra. En este lugar de la Sierra de la Contraviesa aprovechan todos los recursos que el impresionante entorno les da para ofrecer sensaciones a la par que calidad gastronómica y buen trato. Francisco estuvo antes defendiendo un bar en el casco urbano de su pueblo de Albondón. Francisco lleva más de dos décadas en el mundo de la restauración y el vino. Su familia se ha dedicado también a los viñedos. Los martes cierra para descanso del personal.

La Venta del Tarugo es una de las más antiguas de España. En su espléndido restaurante y en su terraza se pueden degustar a buen precio el plato alpujarreño, el codillo de la casa, bacalao al tarugo cocinado de varias formas, paletillas de cordero, caracoles, vaca madurada, asadura con patatas, secreto, presa, ‘lagarto’ que es cinta de lomo de cerdo ibérico de Los Pedroches, ensaladas, pluma, sopas típicas de la zona, guisos, pucheros, postres caseros, embutidos, etcétera. La carta de vinos ex extensa. Posee ricos caldos del entorno: Bodega Los Martos, Bodega García de Verdevique y Bodega Barranco Oscuro. La jefa de cocina de este esmerado establecimiento turístico se llama Leticia y es la señora de Francisco Fernández Martín. Los fines de semana y festivos trabajan más personas para atender a sus muchos clientes de Granada, Almería, Málaga, etcétera.

En la Sierra de la Contraviesa se respira paz. Este lugar con vistas a Sierra Nevada y al Mar Mediterráneo es un paraíso para los que buscan el descanso, el sosiego, los contrastes y el contacto con la naturaleza, entre viñedos, almendrales, higueras, cortijos y cortijadas. Merece la pena visitar esta zona porque posee una situación geográfica muy especial. Albondón tiene 35 kilómetros cuadrados de superficie y linda con Cástaras, Lobras, Murtas, Albuñol, Sorvilán y Torvizcón. Posee muchas cortijadas: Los Gálvez, Los Santiagos, El Castillo, Los Peinaos, etcétera. En el siglo XIX Albondón vivió una época dorada basada en el cultivo de uva para vino y pasa. Esta zona es muy visitada por turistas y senderistas porque posee mucho encanto. La playa de La Rábita se encuentra muy cerquita. Sus fiestas son muy famosas y sus migas con engañifa también.