La iglesia de Órgiva se engalana con la nueva tecnología led

Multitud de puntos de luz han sido distribuidos por el recinto religioso para iluminar el retablo, los altares laterales, las imágenes, los pilares y el techo

Multitud de puntos de luz distribuidos en muchas zonas. Han finalizado el día de San Sebastián, los trabajos del cambio de iluminación con tecnología led en el interior de la iglesia de Órgiva para favorecer el ahorro energético e iluminar aun más el retablo, los altares laterales, las imágenes, el techo, etcétera, de la iglesia. Este proyecto, valorado en 15.000 euros, se ha podido llevar a cabo gracias a las aportaciones de muchos vecinos del pueblo y a la venta de lotería y de ejemplares del estupendo libro de Antonio Puerta ‘Viaje a la historia de Órgiva a través de un sueño’.

Miles de turistas de España y otros países visitan cada año la iglesia de Órgiva, iluminada también por fuera, y consagrada a Nuestra Señora de la Expectación. Este impresionante templo coronado por dos torres gemelas se ha convertido en uno de los lugares religiosos más visitados de la comarca de La Alpujarra. Esta iglesia y otras más son atendidas por los párrocos Manuel España y David Salcedo.

La iglesia de Órgiva se construyó en 1545 y fue reconstruida entre 1580 y 1586. El albañil fue Mateo de Molina y el carpintero Cristóbal Cañabate. La estructura de la primitiva iglesia era bien modesta, según el ilustre historiador y escritor, Miguel Carrascosa Salas. “En el siglo XVIII (1752) se buscó una configuración más acorde con el rango de la población, añadiéndole a mediados del siglo un crucero y capilla mayor, y se le adosaron dos naves que acompañaran a la central, quedando como ahora está, con tres naves comunicadas con arcos sobre machones”, refiere en uno de sus libros.

En tiempos del arzobispo don Antonio Barroeta y Ángel, en 1762, la cúpula se decoró con hojarascas y demás motivos propios de la época y los laterales se enriquecieron con altares. El motivo ornamental más abundante es la rocalla, sobre todo en el ostentoso púlpito (cambiado de un extremo a otro) y los retablos laterales. Del mismo siglo son las altas torres renacentistas que, inspirándose en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias de Granada capital, le dotan de una eficacia estética, simbólica y urbanística.

La iglesia de Órgiva se complementa con la fachada con un remate característico de piñón ondulado, barroco y portadas de piedra de talla muy plana. En 1858 y 1868 sufrió una fuerte reparación en los chapiteles de la torre y armadura, por estar deteriorados; entonces se ensanchó el presbiterio y se hizo el camarín del Santísimo Cristo de la Expiración (ACE/GR. Reparos de iglesias, leg. x.c.).

La armadura mudéjar que se oculta por la bóveda del cañón central es de limas mohamares, con el almizate apeinazado en los cabos, con motivos de estrella y aspa; tirantes dobles con simple madero perpendicular de unión en los extremos y el centro, igual a los de Lanjarón, Bayacas… Los canes son de cartón abierto en S.

La preciosa iglesia de Órgiva posee imágenes notables: la del milagroso y muy venerado Santísimo Cristo de la Expiración (patrón de La Alpujarra, elaborado en madera de cedro) excelente y estremecedora obra de finales del siglo XVI, encargada en 1599 por la Cofradía. Y la del Nazareno. De las obras pictóricas destacan los retratos estudiados por Emilio Orozco. Buenas obras de José Risueño…

A un entrañable vecino de Órgiva residente frente a la iglesia de Órgiva, Juan José Pino, le encanta, siempre que puede, acompañar a los turistas y visitantes cuando se adentran en la iglesia para enseñarles el monumento religioso y repartirles estampas del Santísimo Cristo de la Expiración al que quiere y venera mucho. Juan José Pino es un hombre formidable, siempre dispuesto a ayudar a sus semejantes y a potenciar las fiestas, entre ellas las del Santísimo Cristo de la Expiración.

La iglesia de Órgiva fue edificada en el lugar que ocupó la antigua mezquita árabe. Una de las torres tiene un reloj de la casa Canseco de Madrid, y que dio origen al siguiente dicho popular extendido por toda España a través de unos anuncios: “El reloj de Órgiva da las horas pero no los cuartos”, haciendo referencia al retraso de más de un siglo en saldar la deuda de su importe gracias al bibliotecario de Órgiva Agustín Martín Zaragoza (ya fallecido) que en un viaje a Madrid tuvo conocimiento de esa deuda que después fue saldada por el Ayuntamiento de Órgiva en un multitudinario acto en el que también estuvieron presentes familiares del desaparecido relojero Antonio Canseco. El titular de la iglesia de Órgiva es el entrañable y ‘santo’ sacerdote cordobés Manuel España, un ser afable, admirable, cercano y caritativo.