El municipal de Capileira que durante 38 años de servicio nunca denunció a nadie
A corta edad fue a aprender a leer, escribir y hacer cuentas por la noche a la casa de una maestra de pago para poder ayudar a su padre durante el día en tareas agrícolas y ganaderas

Estuvo 38 años de municipal en Capileira y nunca denunció a nadie. Francisco Reguero Montoro, nacido el 14 de noviembre de 1940, ejerció 38 años de municipal en el Ayuntamiento. Su padre se llamaba Francisco y su madre Carmen. Su hermana Clara, está en Figueras. Francisco Reguero contrajo matrimonio con Carmen García Salas y tuvieron cinco hijos (tres mujeres y dos varones). Nietos no tiene. Tuvo uno y murió. Francisco Reguero pudo ir por la noche a una escuela de pago para saber leer, escribir y hacer cuentas. Su maestra se llamaba Mercedes Nevot. A corta edad comenzó a guardar cabras y ayudaba a su padre en las tareas del campo. Todas las faenas agrícolas las desempeñó con mucha maestría desde que cumplió los ocho años de edad.
Francisco Reguero se libró de hacer el servicio militar porque poco antes, cuando tenía 19 años, sufrió un accidente en una mano. Una máquina de envolver pasta para hacer ladrillos reflectarios se llevó cuatro dedos de una mano. Eso fue en Avilés en 1959. Francisco y su familia emigraron a este lugar y allí estuvieron dos años trabajando. En 1972 contrajo matrimonio y ya era funcionario del Ayuntamiento de Capileira, actuando de agente municipal. El político Sebastián Pérez Linares le envió un gran regalo en un coche oficial de la Jefatura Provincial del Movimiento. El alcalde era Manuel Mendoza Romero, que fue también diputado provincial e hizo mucho por el Barranco de Poqueira y otros lugares de La Alpujarra. El auxiliar administrativo era el señor Dueñas.
Francisco Reguero ejerció de funcionario del Ayuntamiento de Capileira durante 48 años. Francisco Reguero ha conocido Capileira sin turismo y cuatro tabernillas en la parte baja del pueblo. También había tiendecillas. Molinos de grano había tres. Panaderías había cinco. La carretera Órgiva-Capileira la conoció de tierra. La luz la producía una fabriquilla. Solo había luz por la noche. En cada casa había tan solo una perilla para alumbrarse. Las mujeres lavaban la ropa en lavaderos y acequias. Los primeros en apostar por el turismo rural, según Francisco Reguero, fueron Paco López (padre) y José Pérez (padre). Francisco conoce Sierra Nevada como la palma de su mano. Cuando se estrelló un avión americano en la sierra lo buscaron obligado para ir a la sierra con otras personas. En este lugar murió un ramillete de personas. A Francisco nunca se le olvida lo que vio en ese lugar.
Francisco Reguero trabajó en el Ayuntamiento de Capileira 38 años. Su misión era el mantenimiento del alumbrado público, el agua potable, echar cloro, el cementerio, los recados, etcétera. Esta excelente y amable persona está bien de salud y le encanta pasear para mantenerse en forma. Su señora es una apasionada de las macetas de flores. Cinco alcaldes conoció Reguero mientras estuvo en activo: Manuel Mendoza, Tomás Vázquez, Francisco Gallegos, Paco López y Manolo Murcia. La primera vez que empezó a trabajar en el Ayuntamiento cobró 3.000 pesetas de las de antes al mes. Cuando se casó empezó a cobrar 1.500 pesetas más. Y cuando salió de plantilla comenzó a cobrar 8.500 pesetas. Nunca tuvo vacaciones porque ganaba más. Su plato preferido es el choto con ajos y las papas fritas a lo pobre como se hace ahora porque antes era papas fritas con manteca y nada más. Nunca ha denunciado a nadie. En una ocasión iba a denunciar a tres personas y después de escribirlas rompió los papeles. A él le gustaba hablar y convencer antes que denunciar. Todo el mundo lo quiere y respeta.