El maestro Rafael Lozano celebra su noventa cumpleaños rodeado de su familia en Lanjarón

Este docente fue el impulsor del primer grupo escolar que se construyó en este pueblo de La Alpujarra y que fue bautizado con el nombre de Lucena Rivas, en agradecimiento a Felipe, el que fuera inspector de Enseñanza Primaria en Granada capital

El maestro de escuela de Lanjarón Rafael Lozano Gutiérrez ha cumplido 90 años y lo ha celebrado en compañía de su familia y de varios de sus antiguos alumnos en el Restaurante Asador Parque de Lanjarón. La primera maestra de escuela de Rafael fue Sor Joaquina Iribarren Reta, monja de Navarra de la orden de las Hijas de la Caridad que estuvo al frente del parvulario del internado religioso que creara en Lanjarón sor Matilde Carrillo a principios del pasado siglo. Sor Joaquina posee un obelisco de piedra junto a la iglesia sufragado hace más de medio siglo por sus antiguos alumnos. Según Rafael “Sor Joaquina era una bendición de mujer”.

El padre de Rafael se llamaba Francisco Lozano Jiménez y fue también maestro de escuela. Su madre se llamaba Trinidad Gutiérrez Escalona y fue ama de casa. Rafael tuvo un hermano, ya fallecido, llamado Manuel. Su hermana Isabel vive. Rafael estudió el primero y el segundo curso de Bachillerato en Hornos de Segura (Jaén) porque a su padre lo destinaron a este pueblo. Después, esta familia se trasladó a Jódar (Jaén) y en este lugar estudió tercero y cuarto de Bachiller libre. Los exámenes los realizó en el Instituto Virgen del Carmen de Jaén.

Trasladada esta familia a Granada capital, Rafael estudió quinto, sexto y séptimo curso en el Instituto Padre Suárez. Se convocaron oposiciones a los diez años y salieron 10 plazas. Rafael sacó la número tres. Su primer trabajo fue en Granada en la Inspección de Enseñanza Primaria con el inspector Felipe Lucena Rivas. En este lugar Rafael formó parte de las Campañas de Alfabetización y de las Construcciones Escolares. “Y fue entonces cuado pensamos en construir el grupo escolar de Lanjarón bautizado con el nombre de Lucena Rivas, a propuesta mía. Cuando se inauguró el centro escolar un servidor y Felipe nos tomamos antes un café en el Bar Alhambra. Después, en las escuelas yo dediqué una placa que reza lo siguiente “Nada se hace realidad sin sacrificio”.

Rafael Lozano contrajo matrimonio en Granada capital en 1960 con María Teresa Ruiz Rodríguez. Este matrimonio tiene tres varones y tres hembras: Rafael, Raúl, Ester, Mercedes, Alfredo y María Trinidad. Todos y todas ostentan carreras importantes. También, Rafael y María Teresa tienen ocho nietos y nietas. Uno de sus nietos, por ejemplo, es ingeniero aeronáutico de Airbus. En 1960 Rafael y su esposa se trasladaron a Lanjarón para ejercer él de maestro de escuela hasta 1972. Después esta familia se trasladó a Granada capital para trabajar él en el Centro de Educación Especial de la Cínica de San Rafael de los Hermanos de San Juan de Dios. En este lugar se jubiló Rafael.

Rafael, el entrañable y admirable Rafael, se conserva muy bien. No aparenta lo años que tiene. Rafael es un ser maravilloso que todo el mundo le quiere. Rafael es creyente. Hace unos lustros sus antiguos alumnos de Lanjarón lo homenajearon en el restaurante El Sol de Lanjarón. Algunos de sus alumnos fueron José Martín, Rafael Moya, Elías Chávez, Moisés, Juan Benticuaga, Soledad Ramos, etcétera. Rafael tuvo también en Lanjarón una academia que se llamaba Lumer. Rafael conserva una lista de sus alumnos de Bachillerato y Magisterio. La lista supera las 180 personas. Uno de sus ilustres alumnos, Antonio Mingorance, es entre otras cosas, presidente del Consejo Andaluz del Colegio Oficial de Farmacéuticos y una encantadora persona. También, acudían a sus clases veraneantes de otros lugares. Rafael sabía motivar mucho a sus alumnos, muchos de ellos profesores ya jubilados. Rafael fue un gran maestro y es también una excelente persona.