El cantaor Américo Heredia realiza sus ensayos en Lanjarón acompañado de su borriquillo ‘Ameriquito’

Este artista, acompañado a la guitarra por el joven Cecilio Fernández, canta en ‘La Fábrica’ de este municipio de La Alpujarra y gusta mucho al respetable público residente y procedente de varios países

Se llama Américo Heredia Heredia y nació en Lanjarón hace 62 años. Su padrino fue don Américo el médico. Desde pequeño canta flamenco y su artista preferido es José Monje Cruz, conocido artísticamente como Camarón de la Isla, desaparecido el día 2 de julio de 1992. Américo conoció personalmente a este importante y famoso artista. Américo ha cantado en muchos lugares y sigue ahora cantando en ‘La Fábrica’ de Lanjarón, donde hubo hace años un molino de aceite. El padre de Américo se llamaba Alonso y su madre Elisa. Américo tiene tres hermanos y una hermana. Américo se retiró de la escuela a los doce años de edad. A esa edad se marchó con su padre a Andorra y allí se hizo un gran cocinero. Su padre volvió pronto a su terruño y Américo estuvo allí trabajando cinco años. Se libró de hacer el servicio militar al tener un niño con su inseparable Rosario Bermúdes Robles. Américo tiene un nieto y un biznieto. Es un hombre cercano y sencillo, de pueblo.

Américo, gracias a la familia de su mujer, aprendió a trabajar la mimbre. Sus suegros, nacidos en el Valle de Lecrín, eran unos de los mejores artesanos de La Alpujarra y vendían millares de cestas de Navidad de mimbre a varias empresas, entre ellas, a Mantequerías Leonesas de Madrid. Su suegro se llamaba Francisco Bermúdes Cortés ‘El Lego’, y su suegra Rosario Robles. Américo trabajó para el Ayuntamiento de Lanjarón siendo alcalde José Rubio. Américo nunca olvida el gesto que tubo Rubio con su persona. Está muy agradecido porque en aquel tiempo lo estaba pasando mal, económicamente hablando. Américo y su Rosario han regalado esculturas en mimbre a presidentes de la Junta de Andalucía, políticos, jefes de la Guardia Civil, ayuntamientos, etcétera. Rosario fue pionera en hacer esculturas, replicas de Cristo, Nazarenos, etcétera, con mimbre. Tiene mucho talento para ello.

A Américo siempre le ha gustado cantar. Su abuela grabó un disco con La Niña de los Peines. Él le ha salido a su abuela paterna Trinidad Carmona Fernández. A Américo le encanta también cantar saetas en Semana Santa. Este año cantó una saeta al Nazareno de Lanjarón en la puerta de Clandi ‘El de la Miel’. También canta en la antigua fabrica de aceite de la familia Gallegos, que la llevan unos ingleses, según él. Cecilio Fernández lo acompaña a la guitarra. Este joven promete mucho y se está haciendo un gran artista. Si sigue así será una gran figura de la guitarra. El siente mucha admiración por Paco de Lucía.

Américo casi siempre va cantando por la calle acompañado de su perro. Ahora labra una finca con olivos, limoneros, naranjos, caquis, etcétera. El terreno y el cortijo pertenecen a otra familia. Américo tiene en este lugar un astuto y andarín borriquillo llamado ‘Ameriquito’, como al él muchas personas suelen llamarlo cariñosamente. También tiene gallinas ponedoras y conejos. Américo en este lugar practica el cante y se lo pasa muy bien en plena naturaleza. Aquí ensaya su garganta y pulmones. Eso sí, a la hora del almuerzo vuelve a su casa con su Rosario del alma. A los ingleses les encantan también escuchar el cante de Américo y las cosas que cuenta, por ejemplo, cuando conoció en Sevilla a su inolvidable Camarón de la Isla, su ídolo preferido.