Cáñar llora la muerte de Antonia Torres García, fallecida a los 93 años de edad

Esta excelente mujer, esposa del que fuera secretario del Ayuntamiento de Cáñar, nació en Granada y se crió en la Serranía de Quéntar

Luto en este pueblo de La Alpujarra. Ha fallecido en Cáñar, a la edad de 93 años, la entrañable y admirable Antonia Torres García, viuda del que fuera secretario del Ayuntamiento de Cáñar, Antonio Mesa Nievas. Madre de Antoñita, María del Carmen, Paquita, Jesús, Antonio, Santiago, Josefina, Manuel (quien fuese alcalde de Cáñar), María de los Ángeles, Isabel, Carlos y Mercedes. Una excelente familia numerosa que se completa con 25 nietos y 17 biznietos. La biografía de Antonia tiene mucho que decir, aunque quizás pueda resumirse en que fue una gran señora muy trabajadora e incansable y madre de familia numerosas. Ella respetaba a la gente y la gente siempre la respetó y la quiso porque fue una mujer muy buena y amable con sus semejantes. Su gran familia la adoraba. Ella se había ganado en vida el Cielo.


Antonia nació en Granada, aunque se crió en la Serranía de Quéntar. En este pueblo se casó muy joven y tuvo a su primera hija con tan solo 16 años de edad. El resto de sus hijos e hijas nacieron en Cáñar.
Mujer activa y luchadora que superó las crueldades de la vida con la muerte de su hija Paquita, con tan solo 6 meses de vida. La de su joven esposo en 1984. Su hija mayor, el alma de la casa, dos años después, y el de su nieta Cristina, superando con coraje y pundonor el dolor y mostrando siempre, con su característica alegría, su afán por sacar adelante su amplia familia.
Hasta meses antes de morir con ese carácter activo que siempre ha tenido ha preparado para el Mesón Rural que regenta su hija Ángeles en dicha localidad alpujarreña, sus exquisitas croquetas, leche frita y los conocidos como “chochicos de vieja”.


Las puertas de su casa siempre han estado abiertas y en ella ha dado de comer a sacerdotes, maestros, médicos, guardias civiles, músicos de las bandas en las fiestas patronales en honor a Santa Ana, a políticos como los alcaldes de Murtas, Caratáunas, Soportújar y de otras poblaciones. Quedó gratamente sorprendido Víctor Fernández, cuando dirigía la Villa Turística de Bubión, de las riquísimas “papas a lo pobre” que ha manifestado en muchas ocasiones: “jamás he probado plato tan exquisito como el de aquella buena mujer de Cáñar.”


Muestra de la infinidad de veces que ha cocinado migas, es la rasera desgastada que su hijo Carlos (conocido en la comarca por sus actuaciones musicales en el grupo Galilei) conserva como oro en paño. “Esta rasera es del año1946, cuando llegó mi madre a Cáñar, y a buen seguro que la hubiese desgastado aún más de seguir viviendo algunos años más”, ha indicado. Antonia Torres García ha sido una buena esposa, una mejor madre, una ejemplar abuela y una extraordinaria persona. Descanse en paz.