Una familia de Órgiva cuelga en las redes la denuncia del robo de juguetes de sus hijos y al día siguiente se los devuelven

Les fueron sustraídos de su propio domicilio una bicicleta, un patín y un coche a pedales

La solidaridad y el buen corazón de los vecinos y vecinas de Órgiva ha dado como resultado un final feliz para una familia del municipio quienes en el día de ayer sufrieron el robo de varios juguetes de sus hijos pequeños.

Concretamente les fueron sustraídos de su propio domicilio una bicicleta con ruedines, un patinete ‘bratz’ y un coche a pedales. Juguetes con los que los dos hijos de esta familia se divertían a diario y que ayer se llevaron el gran disgusto al ver que ya no estaban.

Tras publicarlo en redes sociales, y poner la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, la noticia corrió como la pólvora entre todos los habitantes del municipio y removió las conciencias y los corazones de más de uno hasta tal punto de que hoy han aparecido.

Raquel Álvarez, la mamá de los dos pequeños que tras llegar del cole verán que sus juguetes han vuelto a aparecer, solo tenía palabras de agradecimiento, “hoy estoy muy contenta, más que contenta, emocionada, he llorado hasta de felicidad. Especialmente agradecida con una persona por hacerme llegar las cosas de mis hijos, esa persona sabe que eternamente estaré agradecida, de corazón, porque la cara de ilusión, de alegría y de emoción (como si de un regalo nuevo para abrir se tratase) que van a poner mis hijos al volver del cole, no tiene precio…”

Sus caras de hoy al ver sus juguetes cuando vuelvan del cole, compensará con creces el mal rato que pasó ayer esta familia, y no por el valor económico de lo robado, sino por recuperar la sonrisa de sus hijos, impagable para sus padres.

Raquel ha querido además dar las gracias “a cada una de las personas por compartir la publicación y ayudarme y ayudar a mis hijos a recuperar sus cosas. Y gracias infinitas, una vez más, a esa gran persona por devolver la ilusión y la sonrisa a mis hijos, y por devolverme a mí la creencia de que Órgiva vale la pena, de que Órgiva tiene gente muy buena sean del barrio, zona, anejo que sean”.