San Antonio de Padua sale a la calle por primera vez en Lanjarón
El próximo sábado y el domingo este turístico municipio de la comarca de La Alpujarra también celebrará la festividad del Corpus Cristi
Lanjarón ha celebrado por primera vez en su historia una procesión con la imagen de San Antonio de Padua. El sacerdote de Lanjarón, Antonio Jesús Heredia, indicó que “hemos celebrado después de misa la procesión en honor a San Antonio. Al parecer es la primera vez que sale a la calle. Entonces, dentro del marco de la Santísima Trinidad hemos sacado este santo tan popular en su víspera (domingo día 12 de junio). Es un santo muy popular en muchos pueblos como es San Antonio de Padua junto con San José que son dos santos muy populares. Primero hemos tenido la eucaristía y después la procesión, visitando tres altares de San Antonio, en esas hornacinas típicas que hay donde hacen su altares y los velan por la noche. También hemos visitado la residencia de ancianos del pueblo para que los mayores puedan recibir la bendición de San Antonio. Al termina la procesión hemos tenido en la puerta de la iglesia una verbena con los grupos ‘Los Xonigan’ y ‘Carretera y Manta’ de Lanjarón. También ha habido gratuitamente degustación de embutidos, dulces, tortillas de patatas, cerveza, vinos, aportados por muchos vecinos y por la Hermandad de la Virgen de los Dolores. El Ayuntamiento de Lanjarón también ha colaborado en esta fiesta”.
El sacerdote de Lanjarón anunció también que “el próximo sábado y el domingo celebraremos la fiesta del Corpus Cristi. El primer día tendremos la eucaristía a las seis de la tarde y a continuación la procesión con el Santísimo Sacramento del Altar. Le acompañarán de forma especial los niños y las niñas que este año han recibido al Señor, es decir, que han hecho la primera comunión. Y el domingo por la mañana, a las nueve, saldremos con el estandarte de la Hermandad del Santísimo Sacramento haciendo el rezo del alba por los altares y cuando lleguemos a la parroquia tendremos la eucaristía”.
San Antonio de Padua (confesor). Su verdadero nombre era Fernando de Bulloens y Tavera. Nació en Lisboa en 1195, de padres más distinguidos por su virtud que por su nobleza. En su juventud fue agustino, pero, al llegar a su ciudad los cuerpos de cinco mártires franciscanos, tomó el hábito de la Orden Seráfica y adoptó el nombre con que se le conoce en honor de San Antonio Abad.
En Italia, San Francisco le acogió con deferencia, pero los guardianes de los conventos le consideraron un fraile inútil y le enviaron a la soledad de Monte Paulo. Pronto se reveló, sin embargo, como predicador y le hicieron estudiar teología. Sus sermones adquirieron enseguida tal fama que tenía que predicar en las plazas porque en las iglesias no cabían los fieles. Mientras él hablaba, se cerraban las tiendas y los talleres- Los más empedernidos pecadores y los herejes más obstinados se postraban ante él.
Fue San Antonio un santo de muchos milagros. Un enfermo recobró la salud al recibir su bendición. Un muchacho que, arrepentido de haber pegado una patada a su madre, se había cortado el pie, fue reprendido por San Antonio, el cual pidió el pie cortado y tras aplicarlo a la pierna del muchacho quedo unido a ella. Desde Portugal recibió un aviso de que su padre había sido falsamente acusado de homicidio. Pues bien, se trasladó en un instante, milagrosamente, a Lisboa y pidió al tribunal que fuera presentado en la sala del juicio el cuerpo del difunto. Preguntado por San Antonio, el muerto se incorporó y declaró que el acusado era inocente.
Predicando en una ocasión en un pueblo marítimo lleno de herejes, nadie acudió a su sermón. Se dirigió entonces a la orilla del mar y predicó a los peces, los cuales sacaron sus cabezas del agua para escucharle. Prodigio que obró la conversión de todo el pueblo.
San Antonio de Padua tuvo frecuentes éxtasis, y frailes de su convento aseguraron haberle visto en su celda sosteniendo al Niño Jesús en brazos. Murió el día 13 de junio de 1231 a los 36 años y, ese día, los niños del pueblo salieron a la calle gritando: “¡El Santo ha muerto”. En Padua se conserva, en un precioso relicario, su lengua incorrupta.