Presentan en Órgiva el gran proyecto de la Ruta de Boabdil

Se trata de un plan de gran envergadura tanto para La Alpujarra como para el Valle de Lecrín

Este viernes el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Órgiva ha acogido la presentación de la Ruta de Boabdil. Un camino que podría ser una gran oportunidad para la comarca de La Alpujarra y del Valle de Lecrín y que potenciaría el turismo en sendas comarcas. Casas rurales, hoteles, restaurantes o empresas de turismo activo se podrían ver beneficiadas con el desarrollo de este proyecto, una idea que nació desde la Asociación de Turismo Valle de Lecrín hace ya ocho años y que ahora se podría extender hasta la provincia de Almería.

En el acto han estado presentes alcaldes del Valle de Lecrín como la alcaldesa de Nigüelas y presidenta de la Mancomunidad de Municipios, Rita Rodríguez, el alcalde de El Pinar, Francisco Titos, o el concejal del Ayuntamiento de Lecrín, Faustino Molina. De la La Alpujarra Raúl Orellana, alcalde de Órgiva, ha actuado como anfitrión y también han estado presentes Juan David Moreno, alcalde de Torvizcón y presidente de la Mancomunidad de Municipios de La Alpujarra, Jose Javier Martín, alcalde de Cádíar, e incluso el presidente del ADR Alpujarra Sierra Nevada Almería y alcalde de Abrucena, Ismael Gil. Además, también han acudido representantes de la Asociación Turismo Valle de Lecrín con su presidente Isaías Padial a la cabeza.

Técnicamente, el proyecto se articula desde el Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos, que responde a dos objetivos generales: apoyar a los destinos turísticos españoles en su proceso de transformación para integrar en su oferta la sostenibilidad medioambiental, socioeconómica y territorial; y alcanzar mayor cohesión territorial creando conexiones entre los destinos de distintas regiones, así como consolidando una gestión territorial que ayude a frenar los procesos de despoblación, factores esenciales para los espacios en los que se pretende implantar esta ruta.

Así, el camino empezaría en el Suspiro del Moro para acabar en Adra, provincia de Almería, o lo que es lo mismo, 250 kilómetros de senderos en los que se disfrutará de entornos tan únicos como distintos a través de dos provincias y decenas de municipios. Además, con esta iniciativa también se pretende aunar a las comarcas de La Alpujarra (granadina y almeriense) y el Valle de Lecrín, territorios hermanados por su historia y en los que se pueden producir varias sinergias que dinamizarían todas las zonas por las que discurre la ruta.

Un proyecto que también tiene objetivos como la restauración ambiental, la gestión del uso público en espacios naturales, la movilidad sostenible, el desarrollo de plataformas y sistemas de inteligencia turística en destino o la comunicación y sensibilización de residentes y turistas.