Platos de Semana Santa en el local de Rosillo

El jefe de cocina José Luis Rosillo ofrece en El Asador de Capileira durante la Semana de Pasión boladillos de bacalao, potaje de cardillos, torrijas con crema tostada, tarta de la abuela y otras exquisiteces

El prestigioso chef de cocina y propietario del Restaurante El Asador de Capileira, el lanjaronense José Luis Rosillo, ha preparado una serie de platos para esta Semana Santa. El menú de Cuaresma se compone de boladillos de bacalao, potaje de cardillos y torrijas con crema tostada. Estos platos podrán degustarse desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. El Miércoles Santo cierra al público para poder estar en su pueblo de Lanjarón con su familia y en los actos religiosos, donde se procesionan las imágenes de Jesús del Ecce-Homo y María Santísima de la Salud y Esperanza.

Las recetas de los citados platos las recogió Rosillo de su abuela María y de su madre Rosario. Aparte se pueden degustar en este célebre establecimiento de altura potaje de hinojos, sopa de ajo tostado, carnes de León, ternera de Ávila, cuartos de cabrito asado, cochinillo, patatas a lo pobre, tarta de la abuela que nunca falta, tarta de queso, torrijas quemadas, natillas borrachas, arroz con leche y anís, flanes de higo, etcétera. El principal vino de la casa es de Horacio Calvente, uno de los mejores caldos de calidad de Granada, según los entendidos. José Luis Rosillo abrirá muy pronto, a primeros de junio, cinco apartamentos rurales en Soportújar para seguir apostando por el turismo en La Alpujarra. Soportújar, gracias a sus ‘brujas’, actividades culturales, etcétera, y a su estupendo alcalde, Manuel Romero, se ha convertido en uno de los pueblos más visitados y prósperos de Andalucía.

El entrañable y generoso, José Luis Rosillo Jiménez, sabe mucho de fogones. Este experto en ricos platos, desde hace años regenta el célebre Restaurante El Asador de Capileira. Su gastronomía está basada en productos naturales y de gran calidad, combinando recetas populares con propuestas innovadoras que ofrecen sabores y sensaciones realmente sorprendentes al paladar. Eso ha hecho que El Asador se convierta en uno de los principales referentes de la cocina alpujarreña. Uno de sus principales clientes y amigos es el párroco Alfonso Aguilar.

La nobleza de los alimentos de El Asador, junto con el ingenio y la profesionalidad del lanjaronense José Luis, han hecho una cocina sabrosa e imaginativa, compuesta por maravillosos platos que son el resultado del buen hacer de las cocinas del Barranco de Poqueira, que a lo largo de los siglos supieron sublimar unos alimentos recatados y modestos para elaborar una cultura culinaria sólida, repleta de guisos excelentes.

José Luis aprendió a cocinar los asados como se hacen en Ávila y Segovia, gracias al recordado periodista, poeta, escritor, locutor y cronista del Barranco de Poqueira, Rafael Gómez Montero. “Don Rafael me llevó a su tierra de Ávila para que aprendiera a cocinar otros platos en ‘La Muralla’, ‘El Rastro’ y otros establecimientos. También, aprendí mucho junto al famoso Juan Maria Azar”, reconoce este maestro de la cocina local, comarcal, provincial y española que cuenta con centenares de clientes muy distinguidos y famosos, entre ellos el propietario del Hotel Restaurante ‘El Ancla’ de Calahonda.

Uno de sus postres lo bautizó José Luis con el nombre de ‘La abuela Mama María’, en honor a su abuela materna ya desaparecida “Este postre lo hacía mi abuela Maria en Lanjarón y se compone de bizcocho calado de ron-miel, chocolate a la taza casero y una crema de natillas. Además, contamos con postres únicos de la casa. También, entre la variada carta tenemos lomo en manteca, plato alpujarreño, migas y nuestra gran especialidad de asados tipo Castilla. Asimismo, entre otras cosas, contamos con una finca en Capileira que produce un gran numero de productos alimenticios naturales y ecológicos certificados por la Junta de Andalucía”, manifestó.

José Luis, a los doce años de edad comenzó a trabajar de ayudante de cocina en la ‘Piscina Castillo’ de Lanjarón. “Después, ingresé en la Escuela de Hostelería, luego me fui a trabajar a los fogones del restaurante de Paco López (Capileira). Después estuve en la Villa Turística de Bubión y en El Alcazaba de Busquistar. Hace años me puse por mi cuenta en Capileira, en el pueblo de mi mujer, y no puedo quejarme, el negocio marcha estupendamente porque ofrezco mucha calidad, buen trato y buen servicio”, reconoce este alpujarreño que parece que no pasan los años por él. Su esposa y sus hijos son también un encanto. El personal que trabaja en este restaurante es muy profesional. En Capileira existen muchos lugares llenos de encanto para poder saborear platos deliciosos a un precio razonable. El buen trato está asegurado en todos los establecimientos. Porque Capileira sabe mucho de turismo antes que en otros pueblos de La Alpujarra vivieran principalmente de la agricultura y ganadería.