Las obras de reparación de la carretera de acceso a Capileira concluirán antes de que finalice este año
Los trabajos consisten en la estabilización de la ladera y el arreglo del firme de una vía que es la única entrada al municipio
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, ha visitado hoy las obras de reparación los graves daños ocasionados por la borrasca Nelson en el acceso a Capileira, que ha afrontado la Junta de Andalucía con una inversión de 1,7 millones de euros. La consejera ha avanzado que antes de final de año estarán terminadas unas obras “de enorme complejidad técnica y determinantes para evitar el aislamiento de los habitantes de este municipio, que tiene en esta vía, la A-4129, su única conexión por carretera con el resto de la comarca de la Alpujarra”.
Rocío Díaz ha comprobado el desarrollo de los trabajos para estabilizar la ladera tras el deslizamiento que se produjo justo a la entrada del municipio y que afectó de manera severa a esta carretera. Las obras, que actualmente se encuentran al 30%, avanzan con la ejecución de una pantalla de micropilotes de hormigón armado y el inicio, hace dos semanas, de inyección de lechada de cemento para reparar fisuras. Además, se han reparado las obras de drenaje transversal para evitar fugas de agua.
La consejera ha hecho hincapié en que el trabajo se está haciendo “de manera que afecte lo menos posible a los habitantes del municipio y sabiendo que es el único acceso al municipio”. Por eso, ha informado que desde que se iniciaron los trabajos en la pasada primavera sólo se han producido estrechamientos de carriles. Al respecto, será ya a finales de este mes cuando se producirán cortes nocturnos de la vía para avanzar en la reparación de los deslizamientos. Con ello, se buscan las horas con menor incidencia en el tráfico del municipio y su entorno.
La carretera A-4129 sufrió cuantiosos daños por las copiosas lluvias, de más de 250 litros por metro cuadrado, que se produjeron por el paso de la borrasca Nelson. Las fuertes precipitaciones afectaron a la ladera izquierda del valle del Poqueira, que causó unas deformaciones de tal magnitud que la calzada se fracturó por multitud de sitios. De hecho, provocó la rotura de las capas del firme y grietas de consideración, con escalones muy pronunciados de hasta 35 centímetros.
La Consejería de Fomento adoptó una serie de medidas preventivas, como habilitar un paso de vehículos para no dejar aislada la población y extender una capa de zahorra artificial en las zonas más irregulares y con más escalones. Posteriormente, se cortó el paso por el carril izquierdo para que el tráfico pesado no transcurriese por la zona más comprometida.