Cáñar remodela sus antiguos lavaderos
Están realizados con piedra de la zona, cubierta plana de madera con launa y cañas al estilo tradicional
El mantenimiento de las infraestructuras en los pueblos es imprescindible para seguir dándole al entorno el aspecto de siempre, el de toda la vida. En La Alpujarra, con su arquitectura única, que la convierte en seña de identidad de los municipios que bañan la ladera sur de Sierra Nevada, se lucha para mantener su historia.
En la localidad de Cáñar, por ejemplo, se han remodelado los antiguos abrevaderos existentes en el lugar, realizados con piedra de la zona, cubierta plana de madera con launa y cañas al estilo tradicional, hasta conseguir transformarlos en unos bonitos y muy bien trabajados lavaderos. Además contará con iluminación. Las tareas de remodelación han supuesto una inversión de más de 15.000 euros con cargo a los fondos de la Diputación provincial de Granada.
El alcalde de Cáñar, Manuel Álvarez, señala que “los tiempos han cambiado mucho y ya son pocas las tareas cotidianas de antaño que se mantienen hoy en día, como lavar a mano en las acequias o pilarillos, por ello hemos pensado en mantener esta infraestructura para que esas actividades, aunque ya no se realicen, sigan estando en nuestra memoria”. El primer edil ha añadido que “esto supondrá un atractivo más para nuestros vecinos y visitantes”.
Actividades cotidianas que casi se han perdido pero no por ello hay que olvidar que antiguamente lugares como este, que está siendo reformado, eran punto de encuentro diario para lavar la ropa y que sin duda forman parte de la historia de estos pueblos.
Los lavaderos en La Alpujarra son recintos clásicos como en la mayor parte de Andalucía, e incluso de toda España, pero en esta comarca se han conservado y mantenido formando parte de la arquitectura urbana como espacios decorativos.
En esta zona se han usado los lavaderos hasta hace poco por su situación y sus condiciones concretas al estar situados todos los pueblos alrededor de Sierra Nevada que proporcionan agua corriente en abundancia gracias a los deshielos.