“Sembrar” libros para aumentar el interés por la lectura
La Asociación Escritores por La Alpujarra y +Q2 Cultura Abierta han puesto en marcha el Club de los Libros Perdidos para fomentar la cultura a través de la lectura
Alpujarra de la Sierra ‘El pueblo libro’, La Taha y Lanjarón han sido los escenarios de la presentación y puesta en marcha del Club de los Libros Perdidos, que han promovido Escritores por La Alpujarra y +Q2 Cultura Abierta, con el ánimo de fomentar la cultura a través de la lectura.
En Mecina Bombarón empezó la siembra de libros, que se va a extender a cada punto que visiten los miembros del Club de los Libros Perdidos, tanto dentro de La Alpujarra como fuera de la comarca.
La presentación del proyecto tuvo lugar en la Biblioteca Municipal D. Pío Navarro Alcalá-Zamora, recientemente inaugurada en el pueblo libro de Alpujarra de la Sierra, que se convierte, así, en el primer colaborador del Club de los Libros Perdidos.
Las asociaciones de Escritores por La Alpujarra y +Q2 Cultura Abierta, de Lanjarón, promueven este método de intercambio de libros, que ya cuenta con varios puntos en el municipio de Alpujarra de la Sierra.
“En cualquier sitio pueden aparecer los libros leídos por alpujarreños, con una siembra que puede hacer cualquiera, y que favorece que facilita la lectura a todas las personas”, comentó el alcalde de Alpujarra de la Sierra, José Antonio Gómez.
La siguiente parada la realizaron en Pitres (La Taha) junto con el alcalde, José Antonio García y la concejala de Cultura, posteriormente en el municipio de Lanjaron, concretamente en la Pastelería Literaria de Soledad Ramos.
La misión del Club de los Libros Perdidos, añaden desde la organización, “es recoger los libros que nos donan, nuevos y usados y volverlos a poner en circulación, darles una nueva vida”.
También han hecho una «siembra» de libros, es decir, se deja un libro en una ventana, un banco o en cualquier lugar, con la leyenda «hola, soy …………., he sembrado este libro en……… el día………….». “Con ello haremos circular los libros descartados y veremos si vuelven a su lugar de origen”.
Además aclaran que “no cobramos ni pagamos por los libros, son gratuitos, donados, y nuestro objetivo es hacerlos circular y aumentar el interés por la lectura. Evitar también que acaben en un contenedor”, concluyen.